#queburrada siempre nos cuenta las cosas mas interesantes y curisosas, las burradas que nos llaman la atención y nos fascinan…
Os voy a contar un cuento.
Había una vez, en una preciosa Isla del Océano Atlántico , un Monje que se dedicó, con constancia a cuidar unos viñedos con todo el amor de su corazón. Día tras día les regalaba palabras dulces, sonrisas, e incluso convocaba a amigos que fueran a visitar estas viñas para que también pudieran admirarlas y hacerlas sentir bien. A veces , organizaba fiestas donde se creaba una dosis extra de alegría que se repartía a modo de música y risas, por cada una de las parras , por cada uno de los rincones de aquel jardín, el verdadero jardín del Eden custodiado por aquel pequeño y fiel monje.
Un día, en una de estas celebraciones a la que acudieron personas de toda España, el fraile descubrió a una burrita entre el público, y tras mirarse a los ojos, se hicieron amigos.
Amigos que visitan Bodegas Monje
Ella vivía también en una Isla, pero lejos, así que la amistad se fue reforzando mediante correspondencia online, y , poco a poco, se fue creando un vínculo de cariño en la distancia. El iba contando sus aventuras y las aventuras de sus vinos, y ella los seguía atentamente y con mucho interés, pues sabía que un viñedo regado con amor y alegría otorgaría los mejores caldos.
Notificación Correos para Pepper
Un día, la burrita recibió una misiva, una citación para recoger una dulce bendición, y la sorpresa fue al descubrir que aquel amigo monje del otro lado del mar, le enviaba tres de las sonrisas que había embotellado, tres de las sonrisas de una tarde de verano en la que se creó un vínculo de amor para siempre….
Bendición Monje
Caja vinos Monje
Caldos de Bodegas Monje
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